“Jamás piensas que eso te va a pasar a ti y menos en Granada”, recuerda José Antonio Sola en el vídeo de este nuevo episodio de Yo fui portada. El día que cambió su vida solo era un chaval de 22 años. Una tarde de septiembre de 1997, al dejar a su novia en casa, se dio cuenta de que uno de los coches aparcados en la calle estaba lleno de bombas.
En lugar de huir, empezó a desalojar a los vecinos de dos bloques de edificios. Justo antes de que explotase, como un acto reflejo. Gracias a él el atentado no tuvo víctimas mortales. Sin embargo, aquella heroicidad que copó las portadas de los periódicos tuvo en su vida una cara B: le despidieron de su trabajo por miedo a que ETA tomase represalias contra él y perdió de un día para otro perdió su privacidad. Todos le conocían como “el héroe de Granada”, pero en el fondo era un chaval desprotegido y muerto de miedo. El presidente del Gobierno en aquella época, José María Aznar, le recibió en Moncloa. También el expresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. “Me sentí un cero a la izquierda, que me utilizó todo el mundo para hacer su foto de rigor y después nada. A mí me consideraron víctima del terrorismo hace siete años”, explica en la entrevista.
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