El atentado de Zarauz fue un ataque perpetrado con armas de fuego el 3 de noviembre de 1980 por la organización terrorista ETA en Zarauz, tomando como objetivo a un grupo de agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, fuera de servicio, que estaban disfrutando de su tiempo de ocio en un bar de la localidad guipuzcoana. Cinco personas resultaron asesinadas en el que fuera el segundo atentado más mortífero de 1980, año en el que ETA causó más muertes que en ningún otro.