Tomás Caballero era concejal de UPN en Pamplona y trabajador de Iberduero. Sus críticas a Herri Batasuna durante un pleno municipal tras el asesinato de otro concejal del PP en Zarauz lo colocaron en la diana de la banda terrorista. Su hijo Tomás recuerda a su padre y reconoce que la familia vive sin rencor pero sin haber perdonado el asesinato porque tampoco nunca nadie les ha pedido perdón.
Unos meses antes de su asesinato Tomás Caballero había condenado con dureza en el plano del Ayuntamiento de Pamplona el asesinato de otro concejal del PP. Esa defensa de la libertad le colocó una diana en la espalda a la que ETA disparó poco después. Su hija María, que también fue concejal en el Ayuntamiento, recuerda como su padre había pedido una alarma para el coche que no llegó a colocar porque fue asesinado antes.
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