Javier García Gaztelu 'Txapote', en la foto con Irantzu Gallastegi, está acusado de ordenar varios asesinatos. |
Se escudan siempre en que hace ya años que ETA no existe. Sin embargo, los presos encarcelados por los asesinatos cometidos en nombre de esta organización terrorista mantienen una misma estrategia como mantenían cuando ETA existía.
Los exdirigentes de ETA Javier García Gaztelu, 'Txapote', Juan Antonio Olarra Guridi y Ainhoa Múgica, se han negado a responder ante la Audiencia Nacional acerca de su presunta implicación en el señalamiento como objetivo del magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol, asesinado en un atentado con coche bomba el 30 de octubre de 2000 en Madrid.
En los tres casos, el argumento ha sido el mismo: Francia no les entregó a España por este asesinato, por lo que no pueden ser juzgados. Así que, como ocurrió con Soledad Iparraguirre 'Anboto' el pasado mes de enero, ahora la Audiencia Nacional tendrá que pedir a Francia que amplíe el abanico de delitos por los que extraditó a estos tres asesinos.
Querellas de Dignidad y Justicia
Esta circunstancia de que los terroristas que se interrogan en la Audiencia Nacional no cuentan con los asesinatos entre los motivos de entrega de Francia se da debido a que hasta que la asociación Dignidad y Justicia no activó las querellas contra los 'autores intelectuales' no se perseguía a aquellas personas que habían ordenado o no habían impedido los asesinatos desde la dirección de la organización terrorista.
Ahora son ya varios los atentados por los que las diferentes cúpulas de la banda terrorista están siendo juzgados. Entre ellos destaca el de Miguel Ángel Blanco, cuyos acusados de la autoría intelectual están los mismos que están siendo juzgados por el asesinato del magistrado Querol.
Ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que instruye esta causa, ha comparecido también este jueves un colaborador del comando Madrid o Buruhauste al que se atribuye este atentado, Oier Goitia, quien contaba con un piso franco en Salamanca del que hacían uso miembros de este grupo.
El único en declarar
Goitia, que se encuentra ya en libertad y que ha comparecido desde los juzgados de Bilbao, ha reconocido a preguntas del fiscal que él se encargaba de que pareciera que vivía alguien en ese piso franco, al que él se desplazaba de vez en cuando desde Barcelona, donde en aquellas fechas cursaba sus estudios, y su labor se limitaba a subir y bajar las persianas y cosas por el estilo para simular que estaba habitado.
Ha asegurado además que no tuvo contacto con nadie del comando y que sólo conoció a uno de sus integrantes, Juan Luis Rubenach, quien este miércoles compareció también ante el magistrado por este atentado, y al igual que han hecho sus exjefes, optó por acogerse a su derecho a no declarar y a apelar al principio de especialidad.
Tras su comparecencia, el fiscal ha pedido que se le impongan una serie de medidas cautelares: comparecencias en el juzgado, retirada del pasaporte y prohibición de salir de España, a lo que se han adherido las acusaciones populares, Dignidad y Justicia y la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT). El juez debe decidir ahora si accede a esta petición.
Además Rubenach, otros tres integrantes del comando Buruhauste: Ana Belén Egües, Gorka Palacios Alday e Iván Apaolaza. Comparecieron juntos este miércoles desde la prisión de Zaballa (Álava) y rechazaron asimismo prestar declaración por estos hechos.
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