Hacia las 09:05 horas del 9 de marzo de 1979 es acribillado a balazos en su despacho el jefe de la Policía Municipal de Beasain, MIGUEL CHÁVARRI ISASI.
Ese día Miguel Chávarri fichó en su trabajo a las 8:45 horas y, tras subir a la Secretaría del Ayuntamiento para pedir los periódicos del día, se encerró en su despacho, no sin antes ordenar a un subordinado suyo que se acercase a Correos a por la correspondencia.
Veinte minutos más tarde las personas que se encontraban en la primera planta parece que oyeron unos ruidos que, equivocadamente, identificaron con martillazos. Aunque los datos sobre este atentado son confusos, parece ser que dos terroristas entraron en su despacho y le dispararon nueve balas a escasa distancia. Miguel cayó mortalmente herido sobre la mesa, sorprendido por sus agresores en el momento en que leía el diario La Voz de España, que sería recogido en el lugar del asesinato abierto por la cuarta página y empapado en sangre. Al parecer los dos asesinos huyeron un una moto aparcada junto al Ayuntamiento, aunque este extremo tampoco se pudo confirmar con absoluta seguridad.
La víctima había recibido por correo, hacía más de tres años, una amenaza de muerte en un papel en el que, mediante letras recortadas de titulares de periódicos y revistas, se reconstruía el siguiente mensaje: "Vas a morir muy pronto". Este tipo de amenazas había sido ya utilizado por ETA en alguna ocasión, aunque el texto recibido por José Miguel Chávarri y otro compañero no llevaba el sello de la banda asesina. La víctima consultó a diversos sectores sociales y organismos oficiales y, al parecer, se quitó importancia a la amenaza por considerar que no era fiable.
Miguel Chávarri, que ostentaba la graduación de sargento, era conocido en el pueblo por sus afinidades ideológicas a los movimientos derechistas, pero nunca participó en actividad política de ningún tipo. Los mismos círculos de Beasain que informaron que los juicios políticos emitidos por el señor Chavarri eran favorables a sectores reaccionarios, aseguraron también que en su profesión de agente municipal era una persona intachable, que se caracterizó siempre por su constante entrega al servicio de la comunidad.
Miguel Chávarri Isasi, de 48 años, natural de Cihuri (La Rioja), estaba casado y tenía tres hijos de dieciocho, catorce y cuatro años. Llevaba ejerciendo su profesión en Beasain más de veintiún años, y hacía dos había ascendido de cabo a sargento. Sus restos mortales fueron trasladados al cementerio municipal de Beasain.
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