El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha manipulado una fotografía histórica para jactarse de cómo su formación ha tomado el Congreso para acercar a los presos de ETA a cárceles vascas. Otegi ha usado la fotografía en su cuenta de Twitter para felicitar el año nuevo. La imagen original fue tomada a soldados de la URSS del dictador Stalin cuando pusieron la bandera comunista en el Reichstag (Parlamento) de Berlín el 2 de mayo de 1945. Esa fotografía simbolizó la toma de Alemania y caída del régimen nazi. En realidad el parlamento alemán fue tomado el 30 de abril de 1945, pero la fotografía con la bandera decidió realizarse por la propaganda comunista a modo de humillación el 2 de mayo, una humillación que duraría 44 años más, hasta 1989, con el establecimiento de un muro de hormigón entre el mundo libre y los países comunistas bajo la órbita soviética. Otegi ha querido que su felicitación de año nuevo simbolice su «toma» del Estado y el traslado de los presos de ETA al País Vasco.
Según los datos del Observatorio de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno de España a mediados de 2018 se han aprobado 370 traslados -166 para ir a prisiones vascas y otros 20 a Navarra- que afectan a 203 etarras, 98 de ellos con delitos de sangre relacionados con 298 víctimas en 217 atentados. En total, el 92% de los etarras condenados ya están en cárceles vascas y navarras.
Restando las condenas cumplidas y las 17 libertades condicionales dictadas por los juzgados, cuatro de ellas en 2022, en la actualidad hay 154 presos etarras en cárceles vascas -73 en Zaballa (Álava), 40 en Martutene (San Sebastián) y 32 en Basauri (Bilbao); y otros nueve sin determinar-, mientras que otros 12 cumplen condena en Pamplona. Por lo tanto, 166 de los presos están en cárceles de estas dos comunidades autónomas, lo que representa el 92% de los 180 que forman parte del colectivo de presos etarras.
Entre los etarras acercados al País Vasco este último año figuran algunos muy criticados por las víctimas por su sanguinario historial, como Francisco Javier García Gaztelu, Txapote o Henri Parot. Es decir, sólo quedan ya 14 presos en cárceles no vascas ni navarras.
El Gobierno vasco, que asumió las competencias penitenciarias en octubre de 2021, ha aprobado durante 2022 un total de 32 terceros grados a presos de ETA, si bien la Fiscalía de la Audiencia Nacional -como órgano que sigue siendo competente en la materia- ha recurrido 22 de ellos (68%).
De los 22 recursos contra terceros grados del Gobierno vasco, la Audiencia Nacional ha revocado ya 6 y otros 4 han sido inadmitidos, quedando por resolver 12 progresiones de clasificación penitenciaria a alguna de las modalidades de semilibertad que contempla el reglamento penitenciario. En el caso del Gobierno central, se han revocado dos terceros grados.
Los etarras a los que han revocado el tercer grado este último año son: José María Arregi Erostarbe, Fiti, Aitor Esnaola Dorronsoro, Gorka Martínez Ahedo, José Ignacio Bilbao Gaubeca, Miguel Guillermo San Argimiro y Xabier Atristain Gorosabel. A la lista se suman Jon Crespo e Iñigo Gutiérrez, estos dos últimos propuestos en 2021 por Instituciones Penitenciarias para pasar a tercer grado.
Historia de la foto
Lo cierto es que la fotografía elegida por Otegi para sacar pecho tiene una historia detrás que quizás ni él mismo conozca, como el retoque que sufrió la misma tras ser revelada en Moscú, cuando mirando por una lupa los responsables de la propaganda de Stalin se dieron cuenta de que el soldado que ponía la bandera comunista con la hoz y el martillo llevaba varios relojes en su muñeca, producto del frecuente saqueo de las tropas rusas en Berlín, así que tuvieron que eliminar ese detalle, que hubiera resultado contrario a la propaganda comunista sobre el reparto de la riqueza. Otra versión habla de un reloj y una brújula, una práctica normal para orientarse, pero la brújula podía confundirse con un reloj para los ojos de civiles inexpertos así que decidieron borrar todo. También se añadió humo que no estaba en la foto original porque los incendios de la zona ya se habían extinguido y la imagen parecía poco épica.
El autor de la fotografía, Yevgueni Jaldéi, era un soldado que pertenecía a la agencia de noticias Tass y sólo se conoció su identidad una vez que cayó el muro de Berlín en 1989. Fue fotógrafo hasta 1970 y falleció en 1997.
La identidad del soldado que aparece en la imagen tampoco está acreditada, aunque muchas fuentes creen que se trataba de Meliton Kantaria, un sargento de infantería de origen georgiano, al igual que el dictador Josef Stalin. La propaganda soviética afirmaba que fue la tarde del 30 de abril cuando Melitón Kantaria y Mijail Yegorov, que sujeta a Kantaria, colocaron la bandera de la victoria en la azotea de Reichstag. Otra versión atribuye la colocación de la bandera al soldado Mijail Minin, pero que para reproducir la fotografía días después, ya que el acto inicial pasó desapercibido, se eligió a un soldado ruso y otro georgiano por razones propagandísticas.
Meliton Kantaria fue reclutado en 1940 y prestó servicio en el Regimiento 176 de la 150 División de Infantería del III Ejército en el frente bielorruso, llegando a alcanzar el grado de sargento. Murió en 1993.
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