La disolución de ETA-pm, y la amnistía encubierta de la que disfrutaron sus miembros, provocó que sus asesinatos y sus víctimas quedaran en el limbo legal y el olvido social.
Fue el caso de Basilio Altuna, un policía nacional asesinado el 6 de septiembre de 1980 mientras disfrutaba de las fiestas patronales de Erenchun. Su sumario se cerró en apenas tres meses y su asesinato está sin resolver. Su hijo Ángel denuncia el nulo interés que ha tenido nadie por reabrir el caso y llegar hasta el final.
Fue el caso de Basilio Altuna, un policía nacional asesinado el 6 de septiembre de 1980 mientras disfrutaba de las fiestas patronales de Erenchun. Su sumario se cerró en apenas tres meses y su asesinato está sin resolver. Su hijo Ángel denuncia el nulo interés que ha tenido nadie por reabrir el caso y llegar hasta el final.
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