Caretas fuera.
Esa petición ya la había deslizado Arnaldo Otegi a finales de 2021, cuando andaba el Gobierno Sánchez necesitado de apoyos para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2022.
Por aquel entonces, el líder abertzale trataba de revestir sus palabras de un falso arrepentimiento por el dolor causado a las víctimas.
Pero la estratagema era otra bien distinta, acceder a respaldar las cuentas del Ejecutivo socialcomunista a cambio, posteriormente, de toda una serie de ventajas para los reclusos etarras, entre ellas las de abandonar la cárcel.
Así que ya asegurados los PGE, ahora el partido de Otegi se deja de palabrería y va directamente al grano.
Y no es que el PSOE vaya, precisamente, a rastras a los encuentros con la formación que es la heredera política de ETA.
Tal y como publica este 20 de enero de 2022 el diario ABC en su portada, el secretario general de los socialistas del País Vasco, Eneko Andueza, mantuvo un encuentro con Arnaldo Otegi en la sede de EH Bildu, lo que supone un gesto más del PSOE de cara a blanquear a la fuerza proetarra.
Más allá de las buenas formas que se hayan podido exhibir en esa reunión, lo único que se ha sacado en claro es que los ‘bilduetarras’ no quieren perder un solo segundo y ya han dejado claro su único planteamiento.
O Sánchez pone en la calle a los presos de ETA o no habrá acuerdo con Bildu para que Sánchez pudiera seguir como presidente la próxima legislatura, siempre y cuando consiga el beneplácito de los electores.
Es más, el nivel de la presión de EH Bildu se ha incrementado después de que hace una semana, el 13 de enero de 2022 se conocieran los beneficios penitenciarios que el Gobierno vasco, comandado por el PNV, pretende conceder a los reclusos etarras.
Los de Otegi pretenden llevar al límite al PSOE y que se decante, que no juegue, como suele hacer habitualmente Sánchez, a esa geometría variable.
El editorial de ABC es meridiano a este respecto:
La pleitesía con la que el líder de los socialistas vascos acudió ceremoniosamente ayer a la sede de Bildu para seguir cultivando y normalizando las relaciones con Arnaldo Otegi, no fue sino un eslabón más en la cadena de cesiones que el PSOE está dispuesto a hacer. El socialismo tiene la vista puesta en un futuro Gobierno vasco junto a Podemos y de Bildu. Y tan es así, que el PSE ya actúa sin careta, a cara descubierta, y con orgullo de legitimidad.
La información que revelamos es solo el precio final a pagar por el intercambio, de modo que en la próxima legislatura, si Pedro Sánchez sigue en el poder, se acometerán las reformas legales necesarias para excarcelar a todos, absolutamente todos, los etarras que siguen en prisión, tengan delitos de sangre o no. Y como último recurso, con indultos si hiciese falta. No son acercamientos puntuales entre partidos. Es una mesa de negociación con un terrorista para anular de facto el pasado criminal de ETA, y hacerlo pasar por una alianza política más.
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