El Ayuntamiento de Mutxamel ha rendido esta mañana un homenaje a las víctimas del atentado que perpetró la banda terrorista ETA hace 30 años el 16 de septiembre de 1991.
El acto ha contado con la presencia del alcalde de Mutxamel, Sebastián Cañadas, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, el presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, la subdirectora general de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, Paloma Pérez Cortijo, y alcaldes de la comarca, entre otras autoridades, así como el que fuera el primer edil del municipio el año en que se produjo el atentado, Fernando Ripoll.
Sebastián Cañadas, quien ha recordado el “cobarde y cruel atentado” en el que fallecieron tres personas, resultaron heridas de diversa consideración otras cuarenta y provocó múltiples daños materiales en edificios y vehículos, ha recordado que este ataque “dejó lamentablemente marcado al pueblo de Mutxamel y a sus gentes para siempre, especialmente a las familias y a los que vivieron en primera línea esos terribles momentos”.
Luis Barcala ha reiterado su solidaridad con el pueblo de Mutxamel y todas las víctimas del terrorismo, al tiempo que ha expresado su rechazo a cualquier forma de violencia.
Carlos Mazón ha manifestado que resulta “difícil entender y pensar que los dos bienes más preciados que tenemos en democracia y como seres humanos, que son la vida y la libertad, no fueran compatibles durante un periodo de nuestra historia, porque para defender la libertad, que es nuestro bien cívico más preciado, hemos tenido que dar vidas, que es nuestro bien humano más preciado”.
El monumento de homenaje a las víctimas es obra de un artista local y está compuesto por tres esculturas similares, una por cada una de las víctimas, con un elemento común que es un agujero central que simboliza el vacío tan grande que dejaron en la localidad y en sus familias.
Las víctimas del atentado de ETA en Mutxamel fueron los policías locales Víctor Manuel Puertas (21 años), José Luis Jiménez (28) y el dueño de la grúa que transportó el vehículo con el coche-bomba, Francisco Cebrián (40 años). El Ayuntamiento de Mutxamel decidió en 2007 dedicar sendas calles a las tres personas que perdieron la vida hace hoy 30 años.
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