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lunes, 18 de marzo de 2019

Quince miembros de la Ertzaintza asesinados desde 1985

Las últimas víctimas mortales fueron los agentes Ana Arostegi y Javier Mijangos, quienes murieron el 23 de noviembre de 2001 asesinados a tiros en Beasain-


Quince personas pertenecientes a la Ertzaintza (13 agentes y dos mandos) han muerto por los atentados de ETA o grupos afines desde la creación en 1982 de la Policía Autónoma Vasca. Las últimas víctimas mortales fueron los agentes Ana Arostegi y Javier Mijangos, quienes murieron el 23 de noviembre de 2001 asesinados a tiros por un encapuchado cuando se encargaban de regular en tráfico en un cruce de la localidad guipuzcoana de Beasain.

La relación cronológica de los atentados de ETA en los que han perdido la vida miembros de la Ertzaintza es la siguiente: El 7 de marzo de 1985 murió el máximo responsable de la Ertzaintza, el teniente coronel Carlos Díaz Arcocha, al estallar una bomba que ETA había colocado bajo el asiento de su coche, estacionado frente a una gasolinera de Elorriaga (Alava).

El 2 de noviembre de 1986 falleció el delegado general de la Ertzaintza, Genaro García de Andoain, en un enfrentamiento con el comando etarra que custodiaba al industrial alavés secuestrado Lucio Aguinagalde, en el Alto de Barazar (Alava).

El 16 de octubre de 1988 murió el agente José Juan Pacheco al estallar una bomba colocada por ETA en el túnel ferroviario de Brinkola, en Legazpia (Guipúzcoa), cuando inspeccionaba la vía férrea tras recibirse un aviso.

El 24 de mayo de 1989 murió el ertzaina Luis Hortelano García mientras desactivaba un artefacto encontrado en el maletero de un taxi, en el barrio bilbaíno de Zorroza. También murieron dos artificieros de la Policía Nacional.

El 1 de septiembre de 1991 falleció el ertzaina Alfonso Mentxaka Lejona por las heridas sufridas el 29 de agosto en un tiroteo con miembros del “comando Vizcaya”, en el barrio bilbaino de Begoña. En el enfrentamiento murió también el etarra Juan María Ormazabal, “Turko”.

El 26 de noviembre de 1993 murió el sargento mayor Joseba Goikoetxea Asla, que había resultado herido grave cuatro días antes por los disparos de un etarra cuando se encontraba en el interior de su vehículo, en compañía de su hijo de 17 años. Goikoetxea había participado en la liberación del industrial Lucio Aguinagalde.

El 10 de diciembre de 1995 el etarra Mikel Otegi asesina en 1995 a los ertzainas Iñaki Mendiluce Etxebarria y José Luis González Villanueva de sendos disparos de escopeta en las proximidades de su caserío de Itsasondo (Guipúzcoa),

El 4 de marzo de 1996 murió el agente Ramón Doral Trabadelo, uno de los responsables del servicio de Información de la Ertzaintza en Guipúzcoa, a consecuencia de la explosión de una bomba adosada a los bajos de un vehículo camuflado en Irún (Guipúzcoa).

El 14 de octubre de 1997 murió el ertzaina José María Aguirre a causa de las graves heridas sufridas el día anterior al recibir varios disparos cuando dio el alto a un vehículo en el que tres presuntos etarras pretendían introducir varias granadas anticarro ocultas en maceteros en el Museo Guggenheim de Bilbao.

El 22 de febrero de 2000 el erzaina Jorge Díez Elorza murió en Vitoria al estallar un coche-bomba cargado con 20 kilos de explosivo que también acabó con la vida del dirigente socialista Fernando Buesa, a quien escoltaba el agente.

El 9 de marzo de 2001 la explosión de un coche bomba acabó con la vida del agente Iñaki Totorika Vega en la localidad guipuzcoana de Hernani y causó heridas leves a otro ertzaina. La bomba estalló cuando los policías intentaban retirar el coche con el explosivo, que había sido cruzado en la calle a modo de trampa tras unos incidentes de violencia callejera.

El 14 de julio de 2001 el jefe de la Unidad de Inspección de Guipúzcoa de la Ertzaintza, el subcomisario Mikel Uribe Aurkia, fue asesinado a tiros en su automóvil en la localidad guipuzcoana de Leaburu por tres etarras que le dispararon desde otro vehículo. Los terroristas, que utilizaron probablemente un subfusil, efectuaron diecinueve disparos, ocho de los cuales impactaron en la cabeza y el cuerpo del policía.

El 23 de noviembre de 2001 un encapuchado asesinó a tiros a los agentes Ana Arostegi y Javier Mijangos, cuando se encargaban de regular el tráfico en un cruce de la localidad guipuzcoana de Beasain.

Otros atentados sin víctimas mortales

ETA ha realizado otros ataques contra la Ertzaintza sin causar víctimas mortales: el 26 de marzo de 1996 los terroristas atacaron con tres granadas la Academia de la Ertzaintza de Arkaute, cercana a Vitoria. El 2 de diciembre de 1997 tres erzainas sufrieron heridas leves en San Sebastián al estallar un paquete-bomba que iban a inspeccionar.

El 20 de noviembre de 2001 dos ertzainas resultaron heridos, uno leve y el otro de pronóstico reservado, al explotar una bomba cuando se disponían a retirar una pancarta que contenía un provocativo mensaje pro etarra en el parque bibaíno de Etxebarría. El artefacto, compuesto por entre uno y dos kilos de explosivo, fue accionado a distancia por los terroristas.

El 14 de septiembre de 2003 dos ertzainas resultaron heridos, uno grave, en el Alto de Herrera (Alava) por los disparos de dos miembros ‘legales’ de ETA, uno de los cuales, Arkaitz Otazua, murió al repeler la agresión los policías. El otro etarra, identificado como Asier Mardones, escapó. Los terroristas, tras robar un automóvil, avisaron al teléfono de emergencias de un supuesto accidente de tráfico y cuando los agentes de la Ertzaintza se desplazaron al lugar de los hechos, dispararon contra ellos con una escopeta de cañones recortados.

El 18 de enero de 2005 ETA hizo explotar un coche bomba cargado con cuarenta kilos de explosivo en Getxo (Vizcaya), quince minutos después de avisar de su colocación y sin que diera tiempo a acordonar la zona, y causó heridas leves a un ertzaina que trabajaba en el establecimiento del cordón de seguridad.

El 29 de enero de 2006 un ertzaina sufrió heridas leves como consecuencia de la explosión de una bomba colocada en la oficina del INEM del barrio bilbaíno de Santutxu que, además, produjo importantes daños en el lugar.

El 27 de febrero de 2006 un ertzaina y un policía local resultaron heridos leves tras la explosión de un artefacto, compuesto por cinco kilos de explosivo en un juzgado de paz de la localidad vizcaína de Munguía. La bomba, que estalló sin aviso previo, había sido introducida en una mochila y depositada en una de las ventanas del juzgado de paz junto con un cartel que decía “peligro bomba”.

El 25 de septiembre de 2007 la organización terrorista hizo explotar una bomba en la comisaría de la Ertzaintza en Zarautz (Guipúzcoa), que sufrió daños materiales, al igual que las casas colindantes, aunque no hubo heridos.

El 11 de noviembre de 2007 ETA intentó atentar contra la Ertzaintza con una bomba-trampa de tres kilos de cloratita colocada junto a otro artefacto de cinco kilos del mismo componente, cuya explosión en los juzgados de Getxo fue anunciada en una llamada en nombre de ETA, aunque no estalló. Al día siguiente un artificiero de la Ertzaintza resultó herido al explosionar accidentalmente un detonador que estaba analizando en las dependencias de su unidad.

Además de estas víctimas de acciones de ETA, el 10 de diciembre de 1995 el militante de Jarrai Miguel Otegui Unanue mató a tiros con una escopeta de caza a los agentes Iñaki Mendiluze y José Luis González en Itsasondo (Guipúzcoa) al pensar que iba a ser detenido.

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