El seminarista que fundó AP en el País Vasco y terminó asesinado por ETA

José Luis Caso estudió de joven en el seminario de Comillas. Iba para sacerdote, pero un cambio de timón le llevó a vivir a Irun y a interesarse por la política. En 1995 fue nombrado concejal del PP en la localidad guipuzcoana de Rentería. ETA lo asesinó 2 años después. Su mujer, Juani Pérez, lo llegó a ver tendido en un gran charco de sangre. "Quería pensar que me miraba, pero no era cierto".

José Luis Caso Cortines había llegado al País Vasco procedente de su Cantabria natal siendo un chaval. Muy pronto comenzó a trabajar en los Astilleros de Luzuriaga de Pasajes, empresa en la que se mantuvo hasta que se jubiló. Durante la mili en Irún conoció a su mujer, Juani Pérez, con la que se casó y tuvo cinco hijos. Se instalaron en Irún, aunque en 1997, a pesar de que José Luis ya estaba jubilado, seguía trabajando como concejal del Partido Popular en Rentería. Su vinculación con el partido venía de 1982, cuando fue uno de los fundadores de Alianza Popular en el País Vasco. Tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco llegaron las amenazas en forma de pintadas.

Los peores presagios se cumplieron el 11 de diciembre de 1997. José Luis había hecho su habitual parada en el bar Trantxe antes de ir a casa a cenar. Cuando hablaba con dos conocidos, un etarra se acercó y le disparó en la cabeza sin mediar palabra. Después, amenazó al resto de la clientela: “Si intentáis seguirme os hago lo mismo”. Y salió tranquilamente del bar. Su viuda confesó años después que después del crimen, siguió recibiendo amenazas por teléfono. Le llegaron a decir cosas como “Ya está donde debía estar” o siguieron llamándola “para meterle miedo”. Los cuatro responsables del crimen están muertos: tres de ellos fallecieron en la explosión del coche bomba en el que viajaban y el cuarto se suicidó.

Unos días antes de asesinato de Caso durante el pleno de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Xabier Alegría, de Herri Batasuna, había dejado unas hojas a los junteros del PP con la frase de “el que la hace la paga”.

Con anterioridad al asesinato de José Luis Caso, en el mes de noviembre la concejala Carmen Nagel había salvado su vida al variar su recorrido habitual en el que ETA había colocado una bomba. Unos días después, José María Lobato, escolta de la concejala del PP Elena Azpiroz, fue gravemente herido al arruinar un atentado contra la edil. Un día después del atentado contra Caso, Concepción Gironza, la otra concejala del PP en Rentería, le preguntó al portavoz de HB si ella sería la siguiente. El concejal que ocupó el lugar de Caso fue Manuel Francisco Zamarreño, que sería asesinado por ETA en mayo de 1998.