Anoche fue tiroteado a la puerta de su casa.
Gabriel Cisneros, gravemente herido: El presidente Suárez y numerosos ministros, en la Ciudad Sanitaria Francisco Franco. ABC. 04/07/1979. Página: 1,72. Páginas: 2. Párrafos: 23.
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ANOCHE FUE TIROTEADO A LA PUERTA DE SU CASA GABRIEL CISNEROS, GRAVEMENTE HERIDO
El presidente Suárez y numerosos ministros, en la Ciudad Sanitaria Francisco Franco Gabriel Cisneros., diputado de UCD, miembro de la Comisión Constitucional, sufrió un atentado anoche en Jas cercanías de su domicilio. Según algunas versiones, dos individuos intentaron secuestrar al señor Cisneros, que se resistió y fue tiroteado. Su estado es grave.
En medios políticos existe la convicción de que el atentado perpetrado ayer contra el diputado y secretario de Información de UCD, Gabriel Cisneros, constituye la evidencia de un incremento cualitativo del nivel de presión terrorista en su lucha contra las instituciones democráticas. El diputado centrista, miembro de la Comisión Constitucional y hombre especialmente querido dentro del microcosmos parlamentario fue tiroteado a la puerta de su casa poco antes de las once de la noche. Aunque su estada continúa siendo grave, a la hora de redactar esta crónica, y al cabo de una, operación de prácticamente dos horas de duración, la impresión dominante indica que se halla, afortunadamente, fuera de peligro.
El atentado tuvo lugar ante el portal de la finca situada en el número 55 de la calle Lope de Rueda, enclave muy próximo. por cierto, al lugar en el que fue asesinado el gobernador militar de Madrid general Ortín. Gabriel Cisneros regresaba a su domicilio cuando varios hombres que le aguardaban apostados abrieron fuego contra él. Según algunas versiones, el diputado de UCD se había apercibido ya de que iban a por él —no se descarta la posibilidad de un intento de secuestro—, y ello le proporcionó cierto margen de reacción. El caso es que Cisneros se arrojó al suelo apenas oyó la primera detonación. Este gesto fue, sin duda, el que le salvó la vida.
Ya en el suelo, comenzó a dar vueltas y a gritar, impidiendo que los terroristas se entretuvieran en rematarle. Según comentaría luego el propio presidente Suárez en la Ciudad Sanitaria Francisco Franco, algunos testigos aseguran que en el momento de emprender la huida en dirección hacia el parque del Retiro los agresores dieron gritos de «Gora Euzkadi».
Esta circunstancia dirige las sospechas policiales hacia ETA-militar, Hacía días que en medios políticos vascos se venía especulando con la inminencia de una nueva ofensiva de esta organización armada. Concretamente, la pasada semana, en el* transcurso de un almuerzo con un grupo de periodistas, el diputado de Euzkadiko Ezkerra. Juan María Bandrés, comentó que la actitud relativamente apaciguada del colectivo Herri Batasuna, tras la prohibición de su asamblea programada en Pamplona y en Alsasua, era un claro indicio de que se avecinaban nuevos golpes terroristas protagonizados por ETA-militar.
Gabriel Cisneros fue ingresado en la Ciudad Sanitaria Francisco Franco muy pocos minutos después del atentado. La gran proximidad entre el lugar de los hechos y este centro hospitalario fue un factor que también jugó de forma clara a su favor. AI filo de las once y media comenzó una operación que duraría hasta casi la una y media. Aunque la Policía recogió hasta cuatro casquillos de bala, sólo un proyectil había interesado el cuerpo del diputado con entrada en la fosa ilíaca izquierda.
En el momento de ingresar en el Francisco Franco, Cisneros estaba bajo los efectos de un fortísimo «shock», del que se iría recuperando, gracias a la transfusión de varios litros de sangre.
Apenas se supo la noticia, numerosas personalidades se desplazaron al centro hospitalario. El presidente Suárez estuvo entre los primeros etn llegar, permaneciendo cerca de la víctima a lo largo de las dos horas aue duró la operación. Los vicepresidentes Gutiérrez Mellado y Abril Martorell también se personaron en seguida, y paulatinamente fueron llegando la práctica totalidad da los miembros del Gobierno. Igualmente llegaron el gobernador civil, Juan José Rosón; el alcalde, Enrique Tierno Galván; el presidente de la Diputación, Carlos Revilla, y yarias docenas de diputados y senadores, tanto del partido en el Poder como de otros grupos parlamentarios.
Al filo de la una y media, y coincidiendo con el final de la operación quirúrgica, llegaron en un mismo coche oficial el presidente del Congreso. Landelino Lavilla, y el vicepresidente segundo de la Cámara, el socialista Luis Gómez Llórente. También se personaron algunos políticos de cierta relevancia en el anterior régimen —José Miguel Ortí Bordas, Eduardo Navarro Alvarez—, vinculados 3 Cisneros a través del Frente de Juventudes y del Movimiento-Organización.
En un primer momento el clima era de tensa c irritada expectación, sentimiento que era compartido por los numerosos informadores que aguardaban noticias sobre el estado del herido. Téngase en cuenta que Gabriel Cisneros. secretario de Información de UCD y colaborador habitual de algunas publicaciones —viene firmando una columna semanal en las páginas de «Blanco y Negro»—, es un hombre muy popular en los círculos periodísticos.
Una sensación de relativo alivio fue apoderándose del ambiente a medida que fueron llegando noticias sobre el curso satisfactorio de la operación. Poto después de la una de la madrugada el ministro de la Presidencia, José Pedro Pércz-Llorca, resumiría la situación con un escueto pero relajado: «Está bien, está bien.»
La tranquilidad, por la suerte del herido no viene a despejar, sin embargo, la honda preocupación que a todos los niveles ha producido este nuevo gesto terrorista. Está claro que el «listón» ha vuelto a quedar colocado varios centímetros más arriba y que este estado de cosas no puede producir sino incertidumbre y angustia.—P. J. R.
INTENTO DE SECUESTRO.—En una nota oficial del Gobierno Civil de Madrid se dice que, «según la versión de testigos presenciales, se vio llegar a la calle de Lope de Rueda, y en las proximidades del domicilio del señor Cisneros, el Mini-Morris, color rojo y blanco, matrícula de Soria, propiedad del herido, quien salió del vehículo en compañía de dos individuos jóvenes que le llevaban sujeto por los brazos.
En determinado momento el señor Cisneros logró desasirse de ellos y corrió hacia la acera, al mismo tiempo que solicitaba auxilio. Uno de los sujetos, que esgrimía una pistola con ambas manos, disparó varias veces contra el señor Cisneros, mientras que el otro individuo permanecía a la expectativa en la esquina de la calle de Lope de Rueda con la de Alcalde Sainz de Baranda.
Gabriel Cisneros cayó en la acera, alcanzado por alguno de estos disparos. El mismo Individuo a Que se alude efectuó todavía otras detonaciones sobre el señor Cisneros cuando yacía sobre el suelo. Algunos vecinos que presenciaron lo sucedido desde sus balcones increparon a los agresores, que se dieron a la fuga, en dirección a la avenida de Menéndez Pelayo.
En el lugar de la agresión se han recogido varios casquillos del calibre 9 milímetros Parabellum. Los agresores, según informaciones de testigos, son jóvenes que representan de dieciocho a veinte años y de estatura media.
«CABE ABRIGAR ESPERANZAS».—
«Cabe abrigar esperanzas, bastantes esperanzas», manifestó al término de la intervención quirúrgica el señor García de la Fuente, médico director de la Residencia Sanitaria Francisco Franco. –
El señor García de la Fuente manifestó también que el enfermo orinó abundantemente después de la operación y que se encuentra completamente recuperado del «shock» que padecía.
SUS HIJOS DESCONOCEN EL ATENTADO.—Los dos hijos de Gabriel Cisneros desconocen aún el atentado que ha sufrido su padre, según han manifestado a Efe fuentes familiares. Ambos hijos se encontraban durmiendo en el momento del atentado, pero no así la madre, que escuchó sonidos que le resultaron extraños. Doña Irene de Cisnercs ha comentado que su marido no había recibido nunca amenazas.
PROFUNDO SENTIMIENTO DE LAS ASOCIACIONES DE LA .PRENSA. — El presidente de la Federación de Asociaciones de la Prensa, Luis María Anson, ha enviado al presidente del Gobierno, Adolfo Suárez el siguiente telegrama con motivo del atentado a Gabriel Cisneros:
«Don Adolfo Suárez, presidente de UCD y del Gobierno español: Expreso profundo sentimiento y total repulsa por el brutal atentado sufrido por Gabriel Cisneros. secretarlo de Información de UCD.»
Parte médico
«A las veintitrés horas del día 3 de julio ingresó en el servicio de urgencia de esta Ciudad Sanitaria Provincial Francisco Franco don Gabriel Cisneros Laborda, que presentaba herida por arma de fuego, con orificio de entrada en región inguinal derecha y orificio de salida en reglón lumbar izquierda. En el momento de su ingreso oí herido se encontraba en un gravísimo cuadro de «shock» traumático. Sometido a medidas de reanimación inmediata, con respuesta favorable, permitió una laparotomía, exploradora, confirmándose en el transcurso de la misma varias perforaciones del intestino delgado y grueso que obligaron a resección amplia intestinal y sutura de las restantes perforaciones y desgarros de huesos.
En la revisión completa de la cavidad abdominal se apreció hematoma retroperineal de mediana intensidad.
Pronóstico gravísimo. Pasó al servicio de reanimación.
Firmado, doctor García de la Fuente, director general técnico de la Ciudad Provincial Sanitaria. Francisco Franco.»
LAS SOSPECHAS DE LA POLICÍA SE DIRIGEN HACIA ETA-MILITAR
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