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lunes, 18 de marzo de 2019

23 de enero de 1995, San Sebastián - Asesinato de Gregorio Ordoñez


 Un encapuchado se acercó por detrás a Gregorio Ordóñez, teniente de alcalde de San Sebastián por el PP, mientras almorzaba ayer en un bar de la capital donostiarra con María San Gil, secretaria del Grupo Popular, y otros dos colaboradores. “Vi que pasaba la mano por encima de Enrique Villar y apoyaba una pistola sobre la cabeza de Gregorio”, recuerda María San Gil, quien creyó que todo era una broma. “Lo siguiente fue un ruido seco y vi que un borbotón de sangre le salió a Gregorio por el pómulo izquierdo. Entonces supe que no era una broma”. 

El asesino le atravesó la cabeza de un solo disparo. San Gil salió dando gritos tras el terrorista, pero no pudo alcanzarle. Ordóñez, de 36 años, había renunciado a la escolta, pese a haber sufrido amenazas y dos intentos de atentado. Su madre, Consuelo Fenollar, comentó en alguna ocasión que su hijo decía la verdad sin tapujos “y por eso algún día le van a matar”.

Fuentes de la lucha antiterrorista sospechan que el comando que asesinó a Ordóñez es el que el 15 de diciembre mató a Alfonso Morcillo, sargento de la Policía Municipal de San Sebastián. Ordóñez se encontraba almorzando sobre las 15.30 en el bar La Cepa, en la parte vieja donostiarra, cuando una persona con el rostro oculto se acercó, se colocó en posición diagonal, hizo un solo disparo y salió huyendo. El concejal estaba acompañado de los dos secretarios del grupo del PP, María San Gil y Enrique Villar, y una funcionaria del Ayuntamiento.


















                      

                           






¿Por qué ETA mató a Gregorio Ordóñez?

El joven político vasco, de cuyo asesinato se han cumplido veintiún años, podía haberse convertido en alcalde de San Sebastián unos meses después. Y el nacionalismo vasco, no podía aceptar que la capital más ‘abertzale’ estuviese gobernada por un representante de la derecha española. El crimen de Ordóñez fue ganar elecciones.

ETA no sólo ha asesinado a policías, a periodistas y a empresarios que no pagaban su chantaje; también ha asesinado a políticos para impedir que la sociedad no nacionalista se organizase. Primero, asesinó a miembros del Movimiento Nacional, luego a dirigentes de UCD y después a cargos del PP y del PSOE (el asesinato del senador Enrique Casas desencadenó por parte del Gobierno socialista el contra-terrorismo de los GAL). En cambio, ETA nunca ha matado a miembros de PNV ni a sacerdotes.

A principios de los años 80, Gregorio Ordóñez, nacido en 1958, ingresó en las Nuevas Generaciones de Alianza Popular cuando ese partido era clandestino en Guipúzcoa. Por el miedo al terrorismo ‘abertzale’, la dirección compuso la lista a las elecciones municipales de San Sebastián con jóvenes, uno de ellos él, y salió concejal: 9.579 votos.

Comenzó así una actividad política y social que le hizo ser conocido en la ciudad y la provincia. En 1987, AP superó en concejales al PNV, que entonces acababa de sufrir la escisión de Eusko Alkartasuna. Como parte de la renovación introducida en el partido de la derecha por José María Aznar, a los 31 años de edad Ordóñez se convirtió en presidente provincial del nuevo PP. Con la organización guipuzcoana bajo su dirección, el PP contrarrestó la violencia etarra y empezó a aumentar su implantación, sus militantes, sus concejales y sus votaciones. Debido a un pacto de gobierno con el PNV y el PSE-PSOE, en 1991 fue nombrado teniente de alcalde.

En 1993, con el PP ascendiendo en toda España, la derecha vasca consiguió elegir un diputado por Guipúzcoa por primera vez desde las votaciones de 1979. Al año siguiente, las elecciones al parlamento Europeo, celebradas en junio, fueron las primeras de ámbito nacional que ganó el PP; en San Sebastián, la lista de este partido quedó primera. La proeza se repitió en octubre, en las elecciones al Parlamento vasco: la lista del PP, con Ordóñez al frente, superó a todas las demás.

En el 93, la derecha vasca consiguió un diputado por Guipúzcoa por primera vez desde las votaciones de 1979

Para las elecciones municipales de mayo de 1995, las encuestas daban como amplio vencedor a Ordóñez. ¿Cómo se tomó el separatismo vasco que el alcalde de la capital más ‘abertzale’ pudiera ser un ‘maketo’ de derechas que les llamaba o “asesinos” o “cobardes” o “cómplices”?

En mi libro Bokabulario para hablar con nazionalistas baskos recojo una de las frases más canallescas pronunciadas por un nacionalista vasco. Imanol Beristain, miembro destacado de Eusko Alkartasuna, escribió en el diario Egin (14-9-1994), tres meses antes del asesinato de Ordóñez las siguientes palabras dirigidas a él: “Que sea usted concejal de Donostia, para todo buen vasco, sobre todo si es nacionalista, supone una provocación. Dios quiera que no sea por mucho tiempo”. El 23 de enero de 1995, un ‘buen vasco’, desquiciado ante la provocación de Ordóñez paseándose por la parte vieja de su ciudad, cogió su pistola, se puso una capucha y pegó un tiro al insolente. Unos agitan el árbol y otros recogen las nueces.

El PP presentó a Jaime Mayor Oreja a la alcaldía de San Sebastián, y ganó. Pero el alcalde, el socialista Odón Elorza, pactó con el PNV y Eusko Alkartasuna para seguir en su puesto. Hoy Elorza es uno de los abanderados de la negociación con ETA y del indulto a los presos terroristas.

En las elecciones municipales de 1999, la lista del PP bajó al tercer puesto. La última vez que quedó primera en la capital de Guipúzcoa fue en las elecciones generales de 2000, con 31.269 papeletas, en las que el PP consiguió su primera mayoría absoluta en las Cortes.

La decadencia del PP vasco empezó antes que la del PP nacional. Ya en las elecciones municipales y generales de 2011, el PP bajó en San Sebastián al tercer puesto. En las elecciones al Parlamento vasco, celebradas en 2012, cayó al cuarto, y ahí se arrastra, año tras año. En las elecciones generales del 20 de diciembre, la lista del PP obtuvo 14.812 votos en San Sebastián y no sacó ningún escaño por Guipúzcoa; la última vez que había pasado eso fue en las elecciones de 1989. Es decir Mariano Rajoy, presidente del PP nacional, Arantza Quiroga, presidenta del PP vasco y Borja Sémper, presidente del PP guipuzcoano, han hecho retroceder a su partido a 1989, cuando lo recogió Ordóñez.

El ‘abertzalismo’ sabía muy bien a quién había que eliminar para mantener su hegemonía electoral. – Fuente:










Título: Gregorio Ordóñez. Tal como era
Edición: Fundación Gregorio Ordóñez
Autor: Miguel Platón
Primera edición: Enero de 1996

Gregorio Ordóñez Fenollar nació en Caracas el 21de julio de 1958. Su familia se instaló en San Sebastián en 1965 y allí realizó sus estudios primarios y medios. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra, tras una breve etapa de trabajo como periodista, ingresó en Nuevas Generaciones de Alianza Popular y en mayo de 1983, con apenas 24 años, fue elegido por primera vez concejal del Ayuntamiento de San Sebastián. Fue reelegido nuevamente en 1987 y en 1991. Contrajo matrimonio con la profesora Ana Iribar en 1990. Tres años más tarde, nacía su hijo Javier.

Pese al predominio nacionalista en Gipuzkoa y a la presión de la banda terrorista ETA, un grupo de jóvenes encabezados por Ordóñez conseguía importantes éxitos electorales para Alianza Popular, primero, y para el Partido Popular, después, hasta que en las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 1994, su lista fue la más votada de San Sebastián. Seis meses después, Gregorio era reelegido diputado del Parlamento Vasco. El 23 de enero de 1995, mientras comía en un restaurante de la Parte Vieja de San Sebastián, con sus compañeros del ayuntamiento, preparando las elecciones municipales de mayo, fue asesinado por ETA.



             

Carta a mi hermano Gregorio  – 20º Aniversario 

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